Desovilla la tarde frías nubes de otoño
que oscurecen el cielo entre magenta y gris...
Silbando pasa un hombre seguido de su perro
y una cortina blanca tras la vieja ventana
se termina de abrir.
Ella tiene recuerdos salpicados de sombras
y años que la ausencia no le dejó vivir...
él pasa cada día con su perrito negro
como un remordimiento que no deja mentir.
Detrás de la ventana, los ocre desteñidos...
En la calle marcando los pasos del destino
camina hacia la esquina tiritando de frío
un sueño abandonado...negado...desmentido.