Me mordió el corazón aquel silencio...
aquella voz que nunca se expresó...
Como un hacha asesina desgajaba
las ramas tiernas del naciente amor...
Yo quise desnacer para olvidarte,
volver atrás el tiempo y el reloj...
Con dos palabras era suficiente
pero el orgullo no lo permitió.
Devoró las palabras el silencio.
El amor de a poco se marchó...
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