Muchas veces yo había viajado al norte del país para admirar sus bellezas naturales. Cataratas, montañas multicolores, historia de la colonia y Museos arqueológicos, carnavales indígenas de exuberante colorido, fauna y flora exótica, cardones gigantes, salinas... pero... mi excursión a la reservación Toba dejó en mi espíritu un emocionado recuerdo como ninguna otra cosa. Han transcurrido varias décadas desde aquella ocasión en la que por primera vez me adentraba en el paisaje del impenetrable Chaco y en el desconocido corazón de su gente.
Todo tenía el color y el olor de la pobreza. Niñitos desnudos sentados en la tierra con la piel salpicada de picaduras, heridas y costras.
-" La visita será breve"- nos había dicho el guia. La lepra es aquí endémica, la tuberculosis es una de las enfermedades más comunes. Hay gran mortalidad infantil y el promedio de vida es de 40 a 50 años como máximo.
Ante la crudeza de las observaciones algunas personas ni siquiera quisieron bajar del micro.
Caminando entre las precarias viviendas me encontré ante una choza donde un toba artesano, exponía a los turistas unos arcos y flechas de caña revestidos por un tejido multicolor. A nadie le interesaba el producto y la indiferencia dolía. Me detuve entonces a conversar con el aborigen para ponderar y comprar su trabajo. Su sonrisa mostró una boca desdentada y los ojos desaparecieron bajo los pliegues de sus múltiples arrugas. Le pregunté su nombre que no entendí, pero inmediatamente se corrigió y para aclarar dijo AGUSTÏN ! Entonces, yo también me presenté y le estreché la mano. Pagué, tomé mi compra, volví a felicitarlo y subí al micro que me esperaba y apuraba tocando bocina. Cuando me acomodé en el asiento y miré por la ventanilla, saludando con la mano en alto y corriendo detrás del autobús venía Agustín con su mejor y más agradecida sonrisa. Se me nublaron los ojos. Se había sentido respetado y me despedía como a un amigo querido. A medida que el vehículo se alejaba y la figura de Agustín quedaba pequeña, aquella flecha artesanal se me iba clavando para siempre en el corazón.
Gilda Ledesma Blashett- (reservado los derechos)
Bienvenidos a mi página para compartir la diversidad del Arte en sus múltiples manifestaciones.
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Datos personales
- Gilda
- Nació en Rosario donde cursa estudios universitarios en Letras. Radicada en la Capital Federal estudia con Raota fotografía y laboratorio; con Perla Cordini, escultura y cerámica; con B.Jesiot, R.Insaurralde,Marcos Borio, Miguel A. Bengochea,pintura. Realiza cursos de Arte con el crítico F.Fevré y figura en diversos Libros relacionados con las Artes Plásticas. Ha realizado 12 exposiciones individuales y obtenido premios y distinciones nacionales y extranjeras.En marzo 2012 aparecerá su nuevo libro " Transitando Recuerdos" ediciones Del Dragón.