trabajo realizado digitalmente

ILUSORIA

La hoguera en el centro de la caverna, destacaba aún más los colores de los enormes hongos Amanita Muscaria con sus sombreros rojos y anaranjados salpicados de lunares amarillos.  En un rincón de la cueva había algunos animales nocturnos junto a un estirge arrodillado y en el centro, alrededor de las brasas, las brujas que asitían al aquelarre provistas de extrañas plantas y calderos donde realizarían sus pócimas.
Era casi la medianoche y faltaba una de ellas para comenzar la invocación al macho cabrío.  De pronto, entre el chisporroteo del fuego, se vio avanzar la figura encorvada de Ilusoria.
Su aspecto había cambiado y ya no tenía prominente mentón, ni nariz puntiaguda.  Estaba más blanca y acicalada.  Las brujas la miraron con asombro y desconfianza.  Intercambiaron miradas desconcertadas.  Primero en silencio, luego con lujurioso brío comenzaron la ceremonia y los rituales acostumbrados que no surtieron el efecto esperado, porque el demonio no se presentó.  Invocaron a la diosa Hécate, la protectora de las hechiceras que tampoco se hizo presente.  Que estaba pasando? La venenosa sustancia de los hongos unida a las ramas y flores alucinógenas, fueron puestas en el recipiente de cada integrante del aquelarre, excepto en el de Ilusoria que con mesura desacostumbrada realizaba su brebaje particular y secreto.  La más anciana de las brujas, también la más fea y violenta, abrió su enorme boca desdentada y dejó escapar un largo aullido que sobresaltó al estirge que voló hacia el fondo de la gruta.  Con su dedo índice terminado en garra señaló a Ilusoria y la culpó por lo que estaba ocurriendo.  El cambio físico de la compañera era quizá el enigma a descifrar.  A la luz de la hoguera todas observaban a la otra maléfica acusada, que bajando los ojos esquivó las miradas filosas.
Desde la antiguedad ellas estaban allí.  En el Antiguo Testamento se habla de Saúl, cuando convocó a Endor y fueron desde los más remotos tiempos las aliadas de mefistófeles.  Ahora, una de ellas se presentaba diferente en aspecto y actitud sin dar explicación.  Si no aclara el motivo de su cambio, sería expulsada.  Ilusoria sintió por primera vez que una lágrima bajaba por su mejilla y guardó silencio.
Imprecaciones y amenazas cayeron sobre la acusada que no respondió.
En demostración de rechazo, todas se elevaron sobre el fuego y orinaron sobre él hasta que se apagó totalmente, luego, salieron de la cueva dispersándose en la noche del bosque cercano.
Ilusoria vio desde la oscuridad de la caverna, como la Luna se abría paso entre las nubes e iluminaba parte del sendero avanzando hacia ella.  Una desconocida emoción de gratitud recorrió su cuerpo que ya estaba erguido y liviano.  Se acercó confiada a su celeste luz  y lo que no había podido explicar a sus hermanas, brotó como una confesión.
Un duende amigo que vivía en el monte le había pedido ayuda para curar su corazón herido de amor por una joven humana que conoció hacía tiempo y no había vuelto a ver.  No era fácil ayudarlo.  No podía embrujar a la muchacha y no sabía como curar al duende sin dañar.  A medida que se esforzaba para ayudar, los cambios se iban observando en su persona.
La Luna la tomó de la mano y caminaron hacia la charca que en el claro del bosque resaltaba su figura como espejo.
- No eres mala (dijo) tu destino de bruja está terminando.  Has preferido ayudar a dañar.  Aceptaste el rechazo de los tuyos por cumplir con un sentimiento noble. Mírate a través de mi luz...
Ilusoria se miró en el agua y ya no tenía verrugas.  Su piel era tersa, su rostro sonreía y sus blancos dientes pequeños le daban al rostro una belleza inexplicable.  Se estaba encogiendo, su cuerpo era pequeño y delgado, sus cabellos claros, su voz armoniosa.
- Te llamarás Ilusión - dijo la Luna-  y como significa tu nombre, no serás realidad.  Estarás junto a tu amigo el duende que encontrará en tu amistad, el bálsamo que restañará las heridas de su corazón.  Los dos, portadores de esperanza y magia, tendrán la tarea de hacer más bello el camino intrincado de la vida.  La fantasía de ambos estará al servicio de poetas y artistas.
La Luna abrazó a la pequeña Ilusión que no comprendía aún su nuevo destino y ambas caminaron juntas hacia un milagro de amor creado por el hechizo de Selene.

*Ilusoria: engañosa- irreal- ficticia- ( en este caso se usa como nombre propio)
* Aquelarre: reunión de brujas a media noche para invocar al demonio
* Estirge: animal de la mitología romana, mitad pájaro, mitad humano.
* Endor: bruja a la que Saúl rey de los judíos convoca al no ser escuchado por Dios para que despierte al fantasma de Samuel pidiendo consejo para su lucha contra los filisteos.
(imagen obtenida de Intenet)
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Mi foto
Nació en Rosario donde cursa estudios universitarios en Letras. Radicada en la Capital Federal estudia con Raota fotografía y laboratorio; con Perla Cordini, escultura y cerámica; con B.Jesiot, R.Insaurralde,Marcos Borio, Miguel A. Bengochea,pintura. Realiza cursos de Arte con el crítico F.Fevré y figura en diversos Libros relacionados con las Artes Plásticas. Ha realizado 12 exposiciones individuales y obtenido premios y distinciones nacionales y extranjeras.En marzo 2012 aparecerá su nuevo libro " Transitando Recuerdos" ediciones Del Dragón.